La llegada de un nuevo hermanito
Es muy común que el primer hijo se sienta amenazado ante la llegada de un segundo hermanito. Y es que de un momento a otro, debe comenzar a compartir las atenciones que por tanto tiempo disfrutó para él solo. Es por esto que muchas veces los niños no reaccionan bien, adoptando una actitud agresiva hacia el recién nacido, o de “regresión” en su conducta, es decir: quieren volver a tomar en tetero o vuelven a necesitar pañales. Pero este comportamiento se puede evitar si se maneja el tema con cuidado y desde un principio.
Es importante prepararlo con anticipación a la llegada de su nuevo hermanito
Debes intentar responder todas sus inquietudes dando respuestas acordes a su nivel de madurez y explicarle el tiempo que falta para el parto, de modo que pueda elaborar la idea con calma. También es recomendable contarle con anticipación todas las necesidades de su nuevo hermano. Es mucho más fácil que el hermano mayor asuma todos los cuidados que se le darán al bebé si lo sabe de antemano y entiende las razones. Una excelente manera de prepararlo es contándole historias de cuando él recién nació.
Inmediatamente después del parto
Serán muchas las personas que querrán entrar a conocer al recién nacido. Es importante darle prioridad al nuevo hermano mayor, se sentirá muy importante e integrado si es uno de los privilegiados en entrar primero y solo. Una buena idea es entregarle algún regalito y contarle que se lo ha traído su nuevo hermanito cuando nació.
Al llegar a la casa
Todos los cambios que se necesiten para instalar al nuevo hermanito deben hacerse con anticipación, de manera que el niño pueda ir asimilando los cambios de a poco. Es bueno invitarlo a participar de los cuidados del bebé, felicitarlo cada vez que lo hace bien, y corregirlo con suavidad cuando se equivoca, de este modo no se sentirá desplazado y, de hecho, se sentirá importante.
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